lunes, 16 de julio de 2007

Guilty

Corrió hasta la estación de Metro más cercana y abordó el tren. Todavía no podía creer que lo había hecho. Necesitaba llegar a casa y deshacerse de la evidencia. Su ropa manchada la delataba.
Dos estaciones más adelante se bajó a empujones. La gente la miraba. Trató de cubrirse con sus manos pero las marcas de lo sucedido eran más grande que éstas.
Ya en la superficie, arrancó de prisa hasta su viejo departamento. Cerró la puerta, pusó el pestillo y fue, de inmediato, al baño. Allí se desprendió de todas sus ropas y se metió a la ducha. Bajo el flujo de agua, y ubicada en posición fetal, no paraba de repetir: "Nunca más me salgo de la dieta. ¡Malditos panqueques con mermelada de mora! Nunca más".

1 comentario:

c.paredes.urbina dijo...

jajajaja...

Me imaginé la historia de alguien que había carreteado y había vomitado, aun más siniestra, juraba que era la historia de una asesina.

Si, eso pasa con las dietas... xD